2/7/12

La III Marcha Negra, decimo día


 Llegó el domingo, y como los días anteriores, también iba a ser emocionante. Nos  disponemos a salir, para encontrarnos con la marcha, que ya llevaba caminando un buen rato. 

Había comenzado su jornada a las siete de la mañana y hoy recorrería 35 kilómetros para llegar a Mota del Marqués.
Según más me alejaba de León y más me acercaba a la marcha, más valoraba el esfuerzo que estos mineros están haciendo  por conseguir lo que piden:

Que se cumpla el plan de carbón 

como está establecido.














 Ver esa recta que no se acaba es una desazón, aunque paso a paso ellos van consiguiendo etapa tras etapa. 

Eso tiene un valor y gran satisfacción personal imaginable.

Sois unos luchadores y unos campeones.

Al igual que los que llevan encerrados en diputaciones, ellos también son héroes. Son los mineros del Pozo Santa Cruz del Sil, en el Bierzo, los que llevan 43 días y Pozo Candín y Pozo Santiago con 35 días encerrados, los que no ven la luz del sol, los que no disfrutan de sus familias y los que están día a día minando, nunca mejor dicho, su salud.


                                                
 Ellos son los valientes.

  
¿Este gobierno no se ha enterado todavía? 
No es tiempo de elecciones señor Rajoy, si fuera, otro gallo cantaría... Ya vendría a las cuencas mineras a pedir el voto y usted se enteraría.


Ya se divisan a lo lejos, hay movimiento, ya están allí. Ya los hemos divisado.








Pasamos de largo para encontrarnos con la marcha en Villardefrades, provincia de Valladolid. 
Antes los esperamos en una gasolinera que ellos pararon para hacer un descanso.












¡Qué recibimiento tenían preparado! Hay que resaltar la gente que especialmente vino de Valdemoro, un pueblo de Madrid, que les trajeron alimentos y bebidas como obsequio.




Tuve la oportunidad de conocer a las dos mujeres entre mineros. Las dos campeonas que son parte de la mina y que son verdaderas mineras. 

                                      ¡Ole, ole y ole!




                             
Ambas llevan varios años en la mina. 
Ana perdió a su hermano y Alicia a su padre. 
Sienten la mina como algo suyo y por eso la aman.
 Es un sentimiento que yo especialmente también comparto.






La llegada a Mota del Marqués fue muy emocionante, 
los vecinos los esperaban justo a la entrada del pueblo para recibirlos con una pancarta y
 cantando el Santa Bárbara Bendita. 










Los han acompañado a las escuelas del pueblo donde pasaran la noche, eso sí, antes han disfrutando de un baño a media tarde para refrescarse y cargar las pilas.



1 comentario :

  1. Que bonito recibimiento, la gente se está portando muy bien con los nuestros ¿verdad? a mi me lo parece, tú eres nuestro testimonio Juli, a ti nos aferramos día a día en esta marcha negra de nuestros hombres, de nuestros mineros. GRACIAS POR TU TRABAJO. Mi abrazotedecisivo

    ResponderEliminar

script type="text/javascript" src="http://ajax.googleapis.com/a